Si piensas en un «mal jefe» probablemente te imagines una persona ruda, agresiva, exigente y dominadora pero lo cierto es que hay «otro» tipo de mal jefe: el que no decide, el que se deja llevar por la presión de otros, el que evade situaciones difíciles y no quiere tratar los problemas de fondo sobretodo cuando afectan a personas.
Yo les llamo «jefes cobardes» pero no soy el único que utiliza esa expresión… Ron Carucci también les llama así. ¿Le conoces?
Un hallazgo sorprendente sobre el poder, el miedo y los managers
Ron Carucci es fundador de la consultora Navalent y ha estudiado durante 10 años más de 2.700 managers para descubrir los factores que distinguen a ambos perfiles de líder; sus conclusiones son sorprendentes porque, entre otra cosas, ha descubierto que un 60% de los managers encuestados evitaban usar el poder que tenían por su puesto y un 57% consideró que las decisiones que debían tomar en sus funciones eran más complicadas y arriesgadas de lo que esperaban y que no se atrevían a tomarlas.
El comportamiento de estos managers genera sufrimiento en muchos de sus colaboradores ya que, cuando interactuan con ellos, les dan apoyo y se comprometen a hablar con tal o cual persona aunque, luego, cuando reciben la visita de la otra parte ceden a sus peticiones y cambian su decisión.
Este tipo de líder confunde al colaborador con su comportamiento: así el colaborador no sabe qué debe hacer ni por qué y pierde la claridad para establecer prioridades y plantearse expectativas.
«Yo quiero agradar… a todo el mundo»
Las causas por las que una persona querría agradar a todo el mundo esta afirmación son muy variadas y oscilan desde la falta de refuerzos, halagos o expresiones de afecto en su pasado especialmente en la infancia hasta la pérdida progresiva de autoestima en favor de considerar la opinión de los demás; nuestras creencias, los patrones paternos o de superiores con los que hemos trabajado, y la exigencia con uno mismo son también factores que nos empujan a pedir la «limosna de la aprobación pública». A mi me parece un tema apasionante pero no puedo alargarme más así que te invito a profundizar en este artículo.
Al ver una persona con este perfil resulta fácil decir que lo que le sucede es que tiene mucha empatía y por eso es tan flexible con los demás pero no te engañes: en realidad, lo que sucede es que está dominado por su miedo a ser rechazado o a tener que defender su punto de vista ante los demás.
«No me atrevo a…»
Según Carucci los líderes tienen 3 debilidades asociadas con la falta de coraje:
1. Quieren agradar a los demás
2. Evitan equivocarse, es decir, temen el fracaso
3. Tienen dificultades para tomar decisiones difíciles
Si te encontraste con un jefe de este tipo tengo que decirte que, lamentablemente, tu futuro en esa empresa no va a ser agradable, fácil o enriquecedor y que incluso tu salud puede salir perjudicada.
¿Y, entonces, qué hago si mi jefe es cobarde?
Si reflexionas un poco descubrirás que hay muchas opciones que pueda aplicar: la clave es que seas capaz de mantener la calma, que analices la situación y establezcas una estrategia a medio y largo plazo. La prisa por provocar el cambio no es una buena consejera y debemos ponerla en cuarentena.
A continuación te presento 6 consejos para trabajar con un jefe cobarde:
1. No le copies
Mi primera recomendación es que no hagas como tu jefe: no caigas en la trampa de imitarle en su comportamiento porque sólo vas a realimentar su cobardía y, además, empezarás a degradar tu poder real.
Si tu empatía te empuja a ser bondadoso con él, a no presionarle, a no perdonarle su falta de decisión, estás perpetuando sus malos hábitos y además estás creando un hábito en ti que te hará cada vez más y más pequeño o cada vez más y más irascible ante algo que es injusto.
2. Crea tu propio «perfil asertivo»
Muchas veces aprendemos por imitación: observamos a otros y repetimos sus comportamientos. Eso está bien siempre que la elección sea para hacernos mejores de lo que somos y, sin duda alguna, imitar a un jefe cobarde va a tener graves efectos en tu carrera profesional.
Así pues no sofoques tus opiniones, participa en la toma de decisiones difíciles, comparte tus propuestas sin petulancia ni agresividad sino con asertividad, expon tu punto de vista ante los demás porque tú también tienes derecho a hablar.
Tu objetivo al usar ese «perfil asertivo» no es darle un escarmiento a tu jefe, ni ridiculizarle, ni convertirte en su modelo para que salga de la zona de confort: tu objetivo es ser «tú mismo». Que tu jefe sea capaz de aprender de ti y cambiar su comportamiento es un bonus agradable y complementario pero lo más importante eres tú y tu carrera.
3. Mira la situación como una oportunidad de aprender cómo piensa un cobarde
Tras la primera reacción de tristeza o ira al reconocer la cobardía de tu jefe llega el momento de tomar libreta y bolígrafo y hacerte varias preguntas: ¿en qué momentos surge su cobardía? ¿cuál es el detonante? ¿a qué le empuja el miedo? ¿hay una causa real o todo es imaginado? ¿qué haría yo si me sintiera como él?
Con esa información puedes trabajar tu fortaleza interior y prepararte para ser un jefe valiente o, simplemente, un jefe que hace lo que debe hacer: dirigir a su equipo, proporcionarle claridad y apoyo.
4. Es él quien tiene un problema grave… no tú
No te cargues con el peso de la cobardía de tu jefe: es su problema y a él le corresponde reconocerlo y resolverlo. Al fin y al cabo tú no eres «su» jefe… imagino que me entiendes…
Los miembros de un equipo tenemos el derecho de influir en los que nos rodean -colegas, compañeros e incluso los superiores- para ayudarles a mejorar pero NO tenemos la obligación de hacerlo mientras que los managers sí la tienen.
Algunos jefes cobardes nunca cambiarán… lamento tener que reconocerlo porque los que me conocen saben que yo confío en la capacidad de las personas para evolucionar y transformarse. Sin embargo todos tenemos límites y, en algunas personas, el miedo está marcada en su interior a fuego. Si quieres aprender más sobre el poder devastador del miedo te recomiendo que leas «No miedo» de Pilar Jericó.
5. Pidele lo que necesitas… no confíes que todo se arreglará
Los jefes cobardes y que cambian de opinión en función de con quien hablan son frustrantes, muy muy frustrantes, porque ponen en peligro el logro del éxito y, incluso, tu propia imagen y carrera profesional.
Así que te recomiendo que le pidas lo que necesitas tantas veces como sea necesario y que no confíes que el tiempo lo arreglará todo porque no será así.
Expresa tu necesidad pero evita caer en la queja («Tú deberías hacer tal o cual cosa») o hacer una petición egoista y personal («Yo necesito que tú hagas tal o cual cosa»): haz tu petición involucrándole con un «nosotros» para hacerle sentir que no está solo, que tú no estás en su contra y que la necesidad es compartida. Dile, por ejemplo, «Nosotros (tu jefe y tú y el equipo y la Empresa) necesitamos que tú hagas tal o cual cosa».
6. Valora si vale la pena seguir en una empresa que tolera un líder cobarde
Si ese jefe está ahí es por algo… ¿no crees?
Probablemente a la Organización le resulte beneficioso por algun motivo; quizás alguna persona esté ganando algo con eso; quizás su aportación en otras facetas (una extensa rea de contactos, un conocimiento técnico exhaustivo o una alta lealtad,entre otras causas) se valora más que su coraje.
Tal vez el que sobra en esa Organización no es tu jefe… quizás eres tú.
Piensa que cuanto más tiempo estés en ese «caldo tóxico» más probable es que pierdas tu propio coraje hasta llegar el punto que te olvides que una vez fuiste valiente y pudiste decidir. Atrévete a pensar en un futuro en otro lugar en el que puedas mostrar tu energía.
Conclusiones
Ser manager implica tener y demostrar coraje en muchas ocasiones. Por desgracia algunos managers no tienen en su equipaje estos preciados elementos. Puesto que ellos no decidirán llega el momento que tú decidas.
Espero haberte ayudado a decidir cómo relacionarte con un jefe cobarde y que estés valorando trabajar tu asertividad para sacar a la luz todo tu potencial.
Sígueme en mi perfil y en el de SUCCESS MIND para conocer cómo ayudamos a los líderes a tener más valor y más coraje con nuestras acciones de formación, coaching o mentoring.
Para saber (un poquito) más:
– Sobre el terrible poder del miedo: «No miedo» de Pilar Jericó.
– Sobre el poder, el liderazgo y los managers mediocres: «Rising to Power: The Journey of Exceptional Executives» de Ron Carucci
– Sobre la valentía y el liderazgo: 5 Characteristics of a Courageous Leader de Matt Gavin