Autor: Albert Valero xxxxxxxxxxx Publicación: 12 de enero de 2022
Podemos aprender y mejorar de muchas maneras
¿Estás de acuerdo que hay diferencias entre un «clavo», un «tornillo» y una «grapa»? Las 3 herramientas no sirven para lo mismo y no se usan de la misma manera.
Pues también hay diferencias entre hacer una sesión de formación, una sesión de coaching o una de mentoring y, aunque muchos de mis clientes, intuyen las diferencias entre estas palabras no siempre tienen tiempo de profundizar en ellas. Por ese motivo me plantean sus dudas sobre cuál es la forma más adecuada de aprender y mejorar.
Comprender estas palabras adecuadamente es clave si eres responsable de formación y desarrollo en tu Compañía, si te han propuesto participar en un programa de mentoring o en un proceso de coaching, o si simplemente te haces preguntas para trabajar en tu crecimiento personal o profesional.
¿Me acompañas para conocerlas mejor?
1. Formación
Imagínate que trabajas que trabajas como comercial y que tienes que utilizar una nueva herramienta de reporting que no conoces en absoluto y, por este motivo, tu manager te ha convocado a una sesión de formación. ¿Cómo debería ser la persona que te forme en ese tema y qué esperarías que hiciera?
Probablemente desearías que fuera una persona con altos conocimientos técnicos y teóricos sobre la herramienta, sobre cómo utilizarla y que te explicara con un lenguaje claro y comprensible qué debes hacer para introducir correctamente la información o imprimir una copia del report, entre otras cosas.
En pocas palabras, un formador debe tener conocimientos superiores a su alumno y debe ser capaz de darle instrucciones para mejorar sus habilidades y/o su nivel de conocimiento para alcanzar objetivos concretos, habitualmente definidos por el formador o por la persona que contrata la formación.
Los formadores tradicionales presentan modelos teóricos, dan instrucciones y crean espacios para experimentar con las técnicas y las habilidades; en el caso que el formador apueste por el aprendizaje experiencial además propondrá al alumno actividades para la reflexión y momentos para la definición de planes de acción personales o grupales.
2. Mentoring
Imagínate que vas a asumir dentro de 3 meses nuevas responsabilidades en tu Empresa como, por ejemplo, dirigir el equipo comercial. No sabes cómo hacerlo ya que no has llevado antes un equipo y, por tanto, se ha decidido que cuentes con el apoyo de un mentor (que puede ser interno o externo). ¿Qué debería hacer tu mentor?
Tu mentor debería compartir contigo sus conocimientos y reforzar tus habilidades como líder en un proceso de mayor duración que una simple sesión de formación que requiere que se confeccione un programa de aprendizaje. Durante el proceso el mentor compartirá experiencias vitales relacionadas con la función del liderazgo o consejos sobre cómo gestionar un equipo comercial con la finalidad de resolver problemas puntuales y concretos; finalmente debería ayudarte a crear una red de contactos, dirigirte en la puesta en práctica de lo transmitido y apoyarte para que encuentres respuestas propias a tus retos en esa nueva función.
En pocas palabras, un mentor debe tener más conocimientos y experiencias vitales que su mentee para poder advertirle de los obstáculos que se encontrará y resolverlos conjuntamente antes de que aparezcan; los objetivos a alcanzar en el proceso se definen en función del puesto a ocupar y su consecución o no determinarán que el mentee pueda ocupar esa posición en el futuro.
Los mentores cuentan historias personales para ser tomadas como ejemplo, dan consejos, alertan de los peligros, escuchan a su mentee para comprender sus temores y dificultades y dan directrices sobre qué debe o no debe hacer.
3. Coaching
Imagínate que ya estás actuando como líder de un equipo comercial y que sueles desenvolverte bien en la comunicación con tus colaboradores aunque tienes ciertas dificultades para darles feedback ya que te da miedo que se sientan agredidos de alguna manera.
Has asistido a formaciones sobre cómo dar feedback y sigues teniendo miedo; tu mentor te ha insistido en la importancia de dar feedback para modificar los comportamientos inadecuados de tu equipo pero sigues sin darlo; tus colaboradores han adoptado ciertos hábitos inadecuados que no les estás corrigiendo: quizás sea el momento de contar con un coach.
¿Qué debería hacer tu coach?
Un coach debe ser capaz de acompañarte en tu desarrollo, es decir, debería ayudarte a definir los objetivos que quieres alcanzar, ayudarte a identificar qué obstáculos te frenan, ayudarte a generar alternativas de acción y finalmente ayudarte a definir un plan de acción para lograr el éxito. Por eso sus herramientas fundamentales son la pregunta y la capacidad de escucha ya que le permitirán actuar como un «espejo» para el coachee y facilitar su autoreflexión, y la actitud clave es la «colaboración» y el «egoless» para no caer en la tentación de dar instrucciones.
Los coaches no cuentan historias personales para ser tomadas como ejemplo ni dan instrucciones, sino que le preguntan porque saben que no saben más que el coachee -como mucho, «saben diferente»- y creen que lo que el coachee decida por si mismo es respetable al 100%… o incluso más.
¿Cuándo utilizar la formación, el mentoring o el coaching?
No es fácil contestar esta pregunta porque algunas situaciones pueden ser tratadas con uno, dos o tres de los enfoques presentados; sin embargo, ciertas herramientas son más recomendables que otras y basándonos en nuestra experiencia vamos a hacer una propuesta para desarrollarte y mejorar como profesional o como persona:
1. La formación ES muy recomendable si:
- no tienes conocimientos técnicos sobre una materia concreta
- no conoces el proceso a seguir para desarrollar una tarea
- necesitas practicar en el uso de una técnica o habilidad y es imprescindible aumentar las «horas de vuelo»
- tienes conocimientos del proceso y de la temática pero no desarrollas tu trabajo con suficiente calidad (medida en tiempo, resultados, costes, etc.)
- cometes errores repetitivos y no sabes por qué ni cómo resolverlos
- tu desempeño es pobre aunque tienes interés por hacerlo bien
2. El mentoring ES muy recomendable si:
- te han propuesto ocupar un puesto de mayor responsabilidad o una función diferente a la actual y no tienes experiencia en esa posición
- quieres crear una empresa y necesitas apoyo e instrucciones en este proceso
- eres nuevo en la Organización y es necesario acelerar tu integración en la cultura y los procesos de trabajo
- se ha definido un Plan de Carrera para ti y no tienes suficiente conocimiento, seguridad o experiencia en los puestos que vas a ocupar
- para reorientar la propia visión del negocio o del desempeño profesional trabajando con un mentor más joven que el mentee (lo que llamamos «mentoring inverso»)
3. El coaching ES muy recomendable si:
- quieres realizar un cambio profesional, un cambio en tu vida o, simplemente, te encuentras «perdido»
- te enfrentas a un reto profesional y sientes que no estás preparado emocionalmente, tienes miedo o te sientes inseguro
- sigues repitiendo determinados comportamientos improductivos, a pesar de haber recibido formación sobre ello
- tu actitud ante lo que debes hacer te impide conseguir tus objetivos como sucede, por ejemplo, en las personas que muestran falta de disciplina o tienen tendencia a procrastinar
- las emociones te dominan, tienes un bajo nivel de autoconocimiento emocional, tienes dificultades para conectar emocionalmente con otras personas, etc.
- tus habilidades comunicativas te impiden alcanzar tus objetivos
- no confías suficientemente en ti y en tus capacidades, aunque otros afirmen que las tienes
Aquí tienes un resumen de las situaciones que te hemos presentado:
Espero haberte ayudado a diferenciar estos 3 enfoques de desarrollo personal y profesional y a poder valorar con mayor conocimiento cuál de ellos es el más adecuado para ti.
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Para saber (un poquito) más:
- Sobre mentoring: Power Mentoring de Susan Murphy o The Mentor’s Guide de Lois Zachary
- Sobre formación: Creating High-Impact Training de Richard Chang o The Learning and Development Book de Tricia Emerson y Mary Stewart
- Sobre coaching: Coaching for Performance de John Whitmore o Coach the Person, Not the Problem de Marcia Reynolds