¿Has oído decir que Agile es la «solución para todo»?
Yo lo oigo a menudo… y eso me ha hecho preguntarme qué tiene de especial Agile y por qué es un enfoque valioso. En este artículo pretendo explicar qué necesitas para empezar a «ser y hacer Agile» teniendo en cuenta 4 palabras clave en mi forma de entender las organizaciones: cambio, adaptabilidad, agilidad y valor. Empecemos…
Hoy el cambio es lo «normal»
Es difícil negar que hoy en día el mundo evoluciona con más rapidez que nunca: aparecen continuamente nuevas formas de hacer negocio, nuevos enfoques económicos y nuevas tecnologías. Estos cambios reclaman que las organizaciones y los individuos evolucionen con la misma rapidez y muestren «comportamientos estratégicos dinámicos» si quieren seguir siendo competitivos.
Este dinamismo se conoce habitualmente con la palabra «adaptabilidad«, uno de los 3 términos clave que aparecen en nuestro reciente libro «Total Value Management: Guía paratransformar tu empresa» con el que pretendemos ayudar a las organizaciones a ser más competitivas, humanas y adaptables.
El modelo de la Red de Consultores Totales recogido en nuestro libro pretende que aumenten el número de «organizaciones de valor total«, que son competitivas y a la vez relacionales y que tienen alta capacidad adaptativa. Si quieres saber más sobre el modelo de Valor Total haz click aquí.
La capacidad adaptativa permite responder de forma efectiva a las demandas del entorno para generar «valor económico» (resultados, rentabilidad, eficiencia, beneficios, etc.) y «valor relacional» (confianza, comunicación, colaboración, innovación, etc.) tal como recoge esta cita:
«En el caso de las empresas, la capacidad de adaptación equivale a la capacidad de reinvención permanente, o de ajuste a las alteraciones de un entorno, con el objetivo de seguir siendo sostenibles y crear valor desde una identidad determinada.» (Total Value Management, p. 110 )
«Adaptabilidad» es…
En los entornos empresariales la adaptabilidad es la capacidad de la organización para reconfigurar los recursos y los talentos internos y ser capaz de responder de forma adecuada a una amenaza competitiva que puede afectarla gravemente.
Las empresas adaptables tienen una cultura de transformación, tienen equipos formados por personas que abrazan los cambios y que cambian para seguir siendo competitivas, que descomponen las estructuras y los procesos que ya no son válidos, que actualizan sus conocimientos y que generan respuestas sostenibles para sobrevivir en ese entorno.
Se trata de responder rápidamente a dichos cambios organizando y utilizando de forma flexible los recursos disponibles, los procesos de la organización y los conocimientos y las capacidades de los individuos
La expresión clave cuando hablamos de adaptabilidad es «debemos sobrevivir aquí y ahora»
¿Es lo mismo «adaptabilidad» y «agilidad»?
Sencillo y directo: NO son lo mismo.
La agilidad es la capacidad de la organización para detectar cambios en el ambiente e, incluso, de imaginarlos a partir de la información disponible (a menudo, escasa): la agilidad tiene que ver más con «mirar y escuchar» que con «hacer y resolver» y, por tanto, no se relaciona tanto con «sobrevivir aquí y ahora» sino con «adelantarse al futuro».
Las empresas del Siglo XXI deben apostar por una estrategia dinámica, por invertir para aumentar la inteligencia de negocio, por adoptar una visión sistémica que incluya la complejidad y, sobre todo, por reconocer que no podrán nunca más estar seguras de «qué viene a continuación».
La expresión clave cuando hablamos de agilidad es «vemos el futuro e incluso más allá»
¿Qué relación tienen la agilidad y la adaptabilidad?
Ambos términos tienen la misma relación que las dos caras de una única moneda:
– Por una cara, la agilidad es un enfoque proactivo que se escoge para provocar cambios, generar valor y aprovechar oportunidades en un entorno cambiante
– Por la otra cara, la adaptabilidad es un enfoque reactivo para sobrevivir en un entorno cambiante y evitar perder valor
Ya lo ves: todo gira en torno al valor… pero no sólo entendido como «dinero» sino en un sentido más amplio, desde luego.
Se trata de generar valor o de evitar perder valor y, por tanto, las dos palabras NO pueden ser utilizadas como sinónimos ya que no lo son.
La adaptabilidad y la agilidad son dos términos que pueden estar presentes en las organizaciones a la ves o de forma independiente:
1. Una organización adaptable puede NO ser ágil porque se centra en actuar y no escucha conscientemente e intensamente al entorno
2. Una organización ágil puede NO ser adaptable si es experta en escuchar e imaginar pero no en actuar y responder a sus demandas
Esta peculiar moneda que he mencionado antes se llama «Agile» y su aleación específica se fundamenta en 4 valores definidos en el Agile Manifesto:
Agile es una forma de leer el entorno y de organizarse, de pensar y de ser para responder a ese entorno: Agile es agilidad y adaptabilidad perfectamente engranadas, interactuando continuamente para generar valor.
La adaptabilidad y la agilidad se manifiestan en todos los formatos y acciones que adopta Agile (scrum, kanban, programación extrema, etc.) y en todos los artefactos, evento, roles y procesos que aplica (retrospectivas, agile leadership, colaboración con el negocio, generación de valor, etc.).
Si quieres ser una organización Agile tienes que evaluar primero su estás dispuesto a desprenderte del mindset controlador, de los procesos que limitan y ralentizan, del miedo a equivocarte, de la creencia que siempre sabes qué viene a continuación: debes evaluar si vas a abrazar la agilidad y la adaptabilidad.
Agile no es la solución para todo sino que es una de las soluciones más interesante actualmente para responder a la presión de entornos cambiantes: en un mundo VUCA todo cambia y Agile será la moneda de más valor en las organizaciones en el Siglo XXI porque les permitirá escuchar al entorno y actuar con sentido y, de esta forma, ser más competitivas y más atractivas para el talento.
¿Estás preparado para generar valor usando Agile?
Así he titulado este artículo en el que he intentado mostrarte de qué forma Agile contribuye a generar valor en las empresas a través de dos competencias básicas en el Siglo XXI: la adaptabilidad y la agilidad.
Ahora llega el momento que tú participes: si quieres saber si estás preparado para dar el paso escríbeme y podrás acceder a un assessment exclusivo y gratuito sobre este aspecto.
¿A qué esperas para formar parte del nuevo estilo de organizaciones que estamos construyendo en SUCCESS MIND?
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